Pecesóseos. Los caballitos de mar ( Hippocampus spp) pertenecen a la familia de los signátidos, a la que también pertenecen los peces pipa dragones de mar y o las mulas mar. Son peces óseos
Sílo hacemos, porque «qué bonito es un entierro, con sus caballitos blancos y sus caballitos negros», que recitaba mi abuela, tomando unLosversos atribuidos al periodista Mariano Povedano glosan lo bonito que es un entierro «con sus caballitos blancos/y sus caballitos negros/con su cajita de
Convistas al Pueblo Mágico, detrás de un enrejado de hierro y bajo la sombra de oyameles, las peculiaridades del lugar saltan a la vista entre sus 755 tumbas que pertenecen a ingleses o sus descendientes; todas están orientadas hacia Inglaterra a excepción de la más famosa que, según la leyenda, pertenece al payaso Richard Bell y Estapelícula es una de mi Top 50 (es que son tantas que no podría tener un Top 10), y conste que estoy hablando del film y no del director, porque no suelo basarme en ello para forjarme un punto de vista. Y nada, disfruten la escena y la canción que es en extremo pegajosa. Besos al mimo, pues siempre me acuerdo de vos con esta escena. Unsencillo ataúd de ciprés con un Evangelio abierto marcaban el ritual que permitió a los 50.000 fieles que aguardaban fuera del templo rezar el rosario y despedir al papa difunto BenedictoEluso de caballitos en los entierros es una tradición que ha evolucionado a lo largo de los años. En muchos países, se ha vuelto común ver estos impresionantesEnel caso de España es así España país muerto Sigue arrastrando los pies, ya sin discurso inteligible, esperando morder a cualquier inocente, para preservar ese instinto primario de supervivencia que solo tienen los zombis. Se nos murió el país de tromboflebitis y fallo multiorgánico, un veinte de noviembre de 1.975. Tenerun entierro rápido es una ambición que nadie se para a soñar. Preferimos anhelar una vida larga, incluso decir una buena frase antes de morir. Pero cada vez que nos toca ir a un funeral, nos gusta llegar, enterrar y marcharnos. La idea de un entierro lento, que dure largos y tristes días, como el de Isabel II, es 3lLI.